Para comenzar una práctica de Atención Plena -también conocida como Mindfulness- en este artículo te compartiré algunos consejos que te serán de gran utilidad. El Mindfulness o Atención Plena es una gran tendencia y una palabra de moda en este momento. Probablemente hayas oído hablar de ello en revistas, en el gimnasio y en tu círculo de amigos, pues parece que todos están tratando de practicar Atención Plena en estos días.

Probablemente venga a tu mente una persona que practica yoga, meditando en algún bosque durante horas. Afortunadamente, eso no es necesario para una práctica exitosa de Atención Plena. Continúa leyendo y respira aliviado. Este artículo trata sobre cómo hacer que la atención plena sea parte de tu vida de una manera real y práctica. No se requieren gongs, incienso ni pantalones de yoga (a menos que realmente te gusten).
Entonces, ¿qué es realmente la atención plena y por qué debería interesarte?

Mindfulness o Práctica de Atención Plena

La Atención Plena es ligeramente diferente a la meditación. Es más una forma de ser. Probablemente hayas experimentado que al estar teniendo una conversación con alguien, de repente notas que te desconectaste y no escuchaste lo que la persona había estado diciendo durante varios minutos. Estas experiencias son el producto de nuestra sociedad moderna. No somos muy buenos para estar en el momento presente y pasamos mucho tiempo con nuestras mentes divagando en aquello que está sucediendo frente a nosotros.

La práctica de la Atención Plena se trata de encontrar el camino de regreso para disfrutar de la vida a medida que esta se está desarrollando ante ti. Incorpora una práctica que es bastante similar a la meditación, pero el objetivo es llevar la Atención Plena a todos los aspectos de tu vida, no solo a los momentos en los que estás sentado en silencio.

¿Por qué deberías practicar la Atención Plena?

La mayoría de la gente siente que la vida pasa muy rápidamente y que se están perdiendo muchos de los buenos momentos. ¿Recuerdas la última vez que miraste el calendario y te quedaste boquiabierto al darte cuenta de lo rápido que pasaba el año? Esa velocidad tiene mucho que ver con estar constantemente distraído y la Atención Plena puede ayudarte a hacer que el tiempo pase más lento. Esto podría ayudarte a disfrutar verdaderamente cada momento de tu vida que te sea posible.

Beneficios de practicar la Atención Plena:

• Aclara tu mente para que puedas pensar de manera más efectiva y eficiente.
• Te convierte en un mejor estratega en el trabajo.
• Podrás ser un socio, padre, amigo y familiar más presente.
• Serás un mejor oyente y perderás menos tiempo con explicaciones repetidas.
• Te ayuda a sintonizar tu dolor y transformarlo en algo más manejable.
• Comprendes y manejas mejor tu ansiedad y depresión.
• Estás en una mejor sintonía contigo mismo para descubrir cómo te sientes y qué quieres.
• Te da un espacio para experimentar la alegría nuevamente.

Suena bastante bien, ¿verdad? Casi todo el mundo podría beneficiarse significativamente de una práctica de Atención Plena en su vida.

Sin embargo, parece un poco abrumador pensar en volverse más consciente. ¿Cómo es posible lograr eso? Acá te comparto algunas sugerencias o pequeños pasos que puedes practicar a diario.

¿Cómo empiezas?

1. Elige un momento y un lugar, luego conviértelo en un hábito

Así como crear una rutina para la hora de dormir hace que tu mente adquiera sueño, la creación de una rutina de Atención Plena puede hacer que tu mente se vuelva más tranquila.

2. Haz que tu práctica sea breve y agradable

Si sabes que solo tienes que hacerlo durante 10 minutos, será más probable que lo hagas y no tiendas a postergarlo.

3. No sientas la necesidad de exigirte tener una mente «vacía»

Ese no es el objetivo de la Atención Plena. Simplemente se trata de aprender a ser un observador silencioso de tu mente. Mirar los pensamientos viajando por tu mente, pero sin dedicarte demasiado a ellos. Cuando te encuentres perdido en «el tren del pensamiento», simplemente respira profundamente y conviértete en un observador nuevamente.

4. Únete a una clase, si te funciona más trabajar en un grupo.

A veces, la presión social nos ayuda a ser responsables de nuestros objetivos y a completar lo que nos proponemos. Mantener un espacio tranquilo para otras personas, también puede ayudarte a tomarte tu práctica más en serio.

5. Inicia tu sesión con una meta

Encuentra algo en lo que puedas concentrarte. Tal vez sea tu dolor de espalda, tu mente nublada o tu ansiedad lo que está fuera de control. Date permiso para sumergirte en la quietud, mientras te concentras en ese tema específico. Deja que la quietud «derrita» ese problema para que tu pensar sea más silencioso.

6. Descarga una aplicación de mindfulness en tu teléfono

Hay varias aplicaciones excelentes que se han creado para ayudarte a atravesar las fases iniciales de la práctica de la atención plena. Existen muchas. Por ejemplo, Meyo, Guru Mind, Intimind, El Mindfulness App, entre otras.

7. Sé realista y amable contigo mismo

La atención plena no ocurre de la noche a la mañana, ni en una semana, ni siquiera en un mes. Requiere tiempo, ya que es similar a desarrollar un músculo. Es algo que siempre requerirá de práctica constante. Si por alguna razón abandonas la práctica, no te sientas culpable por ello. Comienza de nuevo hasta que logres formar el hábito.

8. Cuando estés listo, toma una clase para aprender más al respecto

Una vez que hayas establecido una práctica y estés listo para agregar habilidades de meditación más avanzadas a sus actividades de Atención Plena, podrás tomar una clase o taller. ¡Encuentra uno que te guste y únete!

9. Lee libros y artículos sobre mindfulness

Aprenderás excelentes consejos, encontrarás formas de lidiar con los aspectos que te frustran y pasarás más tiempo pensando en cómo ser más consciente.

10. Una vez que haya establecido una práctica, compártela con los demás

Todos pueden beneficiarse, y es realmente inspirador escuchar cómo la Atención Plena ha cambiado la vida de alguien. Si un amigo está interesado, comparte tus consejos, trucos y recursos para ayudarlo a comenzar.

Tienes mucho que ganar practicando la Atención Plena y puedes empezar en cualquier momento o cualquier día. Encuentra algo que se sienta fácil y factible para ti, luego conviértelo en un hábito diario hasta qué lo ames y lo desees. Continúa y comprométete a hacerlo de por vida. Disfrutarás más de tu existencia diaria, te entenderás mejor a ti mismo y tendrás una mejor relación con tu mente y con tu cuerpo.

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