Cómo cambiará tu vida después de llevar un diario del «futuro»

Quizás eres una escéptica de las tácticas de manifestación y visualización. Tal vez esto del diario del «yo futuro» te suene a un tipo de truco o engaño. Probablemente pienses que es una forma de hacer que la gente se sienta bien consigo misma y con su futuro. Y esto sin tener que tomar ninguna medida real más allá de escribir las cosas que quieren. Estoy segura de que piensas que no hay manera de que esto sea tan fácil. Seguramente eres una fiel creyente de que necesitas trabajar duro para lograr las cosas que quieres en la vida y que los atajos no existen.

Deja y te cuento mi experiencia…

Aprendí hace mucho tiempo que escribir es una forma poderosa de aprender cosas sobre mí misma. Así podía desahogarme y expresar cosas que no me atrevía a decir en voz alta. Entonces, en su mayoría escribía un diario sobre mis pensamientos negativos para sacarlos de mi cerebro y permitirme seguir adelante. Estaba arraigada en la idea de enfrentarme a las horribles verdades de por qué parece que no puedes llegar a donde necesitas estar.

Después de que leí libros sobre la “Ley de la Atracción” y aprendí las bondades de la atención plena, aprendí cómo se vería mi día perfecto. También aprendí a visualizar cómo me vería en cinco años y cómo describir con gran detalle nuestro futuro ideal. Pero hmmm… continuaba siendo algo escéptica. Pensaba que era como escribir tres deseos y pedirle al universo que te los conceda sin hacer ningún cambio real en mi vida. Sonaba como «dile al universo lo que quieres y te lo proporcionará»… y no, no me lo tragaba. Sin embargo, definitivamente deseaba diseñar una vida y un futuro con los que me sintiera bien, y me comprometí a darle una oportunidad real a lo que llamé «El diario de mi yo futuro».

¿Cómo inicié mi diario del «Yo Futuro»?

Pasaron unas dos semanas antes de que comenzara a notar los cambios. Eran sutiles, ¡pero poderosos! Dejé de usar el diario como un medio para desahogarme de todo lo negativo en mi vida. Comencé a confrontar como mis acciones y comportamientos perpetuaban la negatividad que sentía. Pensé que sacar los pensamientos y plasmarlos en un papel eliminaría la tensión de mi vida. Pero esto no funcionaba, porque lo usaba como una forma de justificar mis reacciones a las situaciones, ¡y esto evidentemente no resuelve los problemas! 

Era necesario confrontar por qué sentía esas poderosas emociones y cambiar la forma en que reaccionaba ante ellas, para dejar de permitir que estas me controlaran a mí. Cambié mi práctica y decidí llevar un diario para «observar» cómo mi yo futuro manejaría estas situaciones, y cómo podría tomar medidas en mi vida diaria para llegar a ese punto. Comencé a enfocarme en qué comportamientos necesitaba cambiar para lograr un nivel de éxito y calma. En otras palabras, me vi a mí misma en el futuro. 

¿Cómo lo hice? 

Comencé respondiendo las siguientes preguntas:

• ¿Qué comportamiento específico necesito cambiar para convertirme en mi yo futuro?
• ¿Cómo afectará positivamente mi vida el cambio de ese proceder?
• ¿Qué oportunidades tendré hoy que me permitan practicar esta nueva conducta?

También comencé a sentarme y tratar de sentir las emociones que sentiría al lograr mis objetivos. ¿Cómo me sentiría o actuaría si pudiera cambiar ciertos comportamientos en mi vida? ¿Y cómo me sentía en ese momento cuando pensaba en mi yo futuro? Pensar en cambiar como persona y resurgir como una versión mejorada de mí misma -que mis amigos y familiares tal vez ni siquiera reconocerían- fue algo difícil de digerir en realidad. Tenía miedo de enfrentar el juicio por crecer y establecer límites para mí. Por alejarme de cosas que ya no me servían. Sentí que parecería egoísta y eso haría que la gente se resentiera conmigo.

A medida que me sumergí más en mi viaje de desarrollo personal, mi mente también se abrió a la idea de que ni siquiera podía comprender de lo que realmente era capaz, porque durante toda mi vida había estado creando metas seguras y estableciendo límites bajo lo que yo consideraba «realista». Cuanto más escribía sobre cómo me quería sentir y qué quería lograr, y cuanto más escribía sobre REALMENTE lograrlo y cómo se sentiría; me daba cuenta de que mi vida no se limitaba a la cantidad de energía que podía ejercer, o a la cantidad de horas que estuve trabajando para lograr algo. Podía pedir ayuda de formas en las que antes me habría quedado boquiabierta de sólo pensarlo… ¡y funcionaría!

¿Por qué funciona el diario de mi Yo Futuro?

Una cosa de la que me di cuenta es que necesitaba dar a conocer lo que quería. Necesitaba tomar medidas que se alinearan con las cosas que quería y no ocupar espacio en mi vida con cosas que no necesitaba. ¡La ley de la atracción actúa de formas misteriosas! Cuando estaba desesperada por trabajar y tenía que salir adelante por mi misma comencé a buscar cualquier trabajo que pudiera permitirme lograrlo, a costa de lo que fuera – salud, familia, realización personal- y claro que conseguí ese trabajo que “atraje a mi vida”. El universo vio lo que estaba haciendo, y ahora reconozco que me estaba dando más de lo que parecía que quería, porque era lo que estaba tomando y yo parecía estar bien con eso.

Tiempo después, cuando decidí limpiar mi equipo de trabajo eliminando aquellos con los que “no estaba alineada”, otros miembros con los que sentía resistencia comenzaron a avanzar “lenta y amigablemente”. Al principio no entendí, hasta que me di cuenta de que era exactamente lo que había estado pidiendo… las cosas que estaba escribiendo empezaron a suceder!

No creo que esto haya sido por error o algún «milagro de manifestación». Es porque identifiqué las cosas que quería hacer. Cuando me di cuenta de que todos los días, todas las semanas, todos los meses estaba escribiendo las mismas metas una y otra vez, comencé a aprender lo que quería y esto desencadenó algo dentro de mí. Sabía las cosas que tenía que hacer para alcanzar las metas individuales y sabía que no me estaba esforzando por lograrlas. Comencé a dar pequeños pasos y a poner la mínima cantidad de energía que sabía que se requería, y ese pequeño acto de hacer una pequeña cosa todos los días para acercarme a lo que quería, creó un cambio significativo en mi vida.

Lo que descubrí a través del diario de mi Yo Futuro

Lo primero que descubrí fue esto: Llevar un diario del futuro no funciona… ¡a menos que lo hagas!

A través de mi práctica diaria de llevar un diario, comencé a ver patrones en la forma en que pensaba y cómo mis patrones de pensamiento afectaban la forma en que vivía mi vida. Y no me refiero a hacer el trabajo físico para lograr tus objetivos, sino a hacer el trabajo mental y la «curación» necesarios para convertirte en el tipo de persona que logra sus objetivos. Me di cuenta de que no podría lograr nada si ni siquiera podía controlar mis respuestas emocionales. Nunca encontraría estabilidad si no estabilizaba mis hábitos internamente.

Entonces el diario del futuro funciona así:

1. Escribe las cosas que quieres
2. Anota cómo te sentirás cuando tengas esas cosas.
3. Escribe sobre tener esas cosas en tiempo presente y cómo es tu vida ahora que las has logrado, y una vez logradas elimínalas o escribe al lado de ellas «LOGRADO».
4. Toma nota de lo que necesitas para llegar a ese lugar, y qué acción diaria puedes tomar para acercarte un paso más a tu objetivo.

Para mí el proceso no ha terminado, y voy a seguir escribiendo en un diario sobre mi futuro, pidiendo lo que quiero y haciendo mío el proceso, porque te cuento esto en secreto… ¡Está funcionando!

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