¿No pierdes peso aunque estés comiendo sano?

Publicado por Catalina Rojas en

Para algunas personas, los desafíos de seguir cierto régimen alimenticio valen la pena, cuando empiezan a ver los resultados. Pero, ¿qué pasa cuando esos resultados nunca llegan, incluso si te esfuerzas? ¿Por qué no pierdes peso aunque estés comiendo sano? Veremos a continuación algunas de las más importantes razones.

Obsesión por contar calorías

Podría ser que estés demasiado preocupada por las calorías y no lo suficiente por la nutrición. Desde el desayuno hasta la cena y, desde luego pasando por las meriendas, es fácil perder de vista lo que estás comiendo durante el día. Y contar calorías no siempre es un plan infalible.

A menos que te sientes y calcules el total de calorías -lo cual puede ser bastante difícil- es incierto saber si estás comiendo la cantidad correcta para crear el déficit de calorías necesario para perder peso o quemar grasa. Entonces el consejo es más bien: Sé consciente del valor nutricional de los alimentos, en lugar preocuparte por contar las calorías.

De hecho, si estás comiendo una merienda de 100 calorías y esta no tiene valor nutricional, entonces realmente esto no te está ayudando. En su lugar, opta por bocadillos con un recuento de calorías ligeramente mayor, pero que contengan un mayor valor nutricional. ¡Te aseguro que esto te mantendrá satisfecha por más tiempo!

Estrés y falta de sueño.

Tu estado mental tiene un gran efecto en tu cuerpo. Sin lugar a dudas, existe un vínculo entre tus emociones y tu pérdida de peso. Incluso siguiendo una dieta balanceada y haciendo mucha actividad física, si no obtienes suficiente sueño -o si tus niveles de estrés son crónicamente altos- tu cuerpo puede retener kilos de más y grasa corporal en lugar de quemarlos.

La solución: Dedica tiempo durante la semana para dormir más y para realizar actividades relajantes, como por ejemplo hacer yoga. Meditar y calmar tu cuerpo puede tener efectos positivos e incluso, ¡puedes llegar a ver resultados más rápido!

¿No pierdes peso aunque comes sano?

No estás comiendo lo suficiente.

El primer impulso al comenzar un régimen alimenticio saludable es reducir drásticamente las porciones. Pero toma en cuenta que si te saltas las comidas o evitas del todo comer, en realidad podrías tener un efecto totalmente adverso. El hecho de que tengas hambre no significa que estés en camino a perder peso.

Necesitas encontrar el equilibrio adecuado para tu cuerpo. Comer poco puede crear un efecto contrario, al obligar a tu cuerpo a acumular todas las calorías en lugar de quemarlas. Esto se convierte en un «mecanismo de protección» del cuerpo ante la ausencia de alimentación apropiada y regular. También puede ralentizar tu metabolismo haciendo mucho más difícil el objetivo deseado.

Estás comiendo alimentos «saludables»

Es fácil caer en trampas mientras estás tratando de ajustarte a un régimen saludable. Así que es muy importante que sepas esto: Si compras alimentos empaquetados como «bajos en grasa» o «bajos en sodio», es posible que te estés ocasionando más daño que beneficio. Las barras de granola y los yogures bajos en grasa no te ayudan a perder peso. De hecho, lo IDEAL es mantenerte alejada de los alimentos envasados.

Asimismo, hay alimentos saludables que aún deben consumirse con moderación. Por ejemplo comerte una caja entera de nueces pensando que estás tomando una buena decisión nutricional, pues estas son una excelente fuente de energía. Cuando en realidad, la cantidad está teniendo un efecto negativo en tu dieta. ¡Un poco es mucho más recomendable en este caso!

Tu entrenamiento está estancado

Si el cardio es lo tuyo y es el único ejercicio que estás haciendo, es posible que debas cambiar tu rutina de ejercicios. Entonces, en lugar de simplemente subirse a una elíptica durante 20 minutos, es mucho más efectivo hacer intervalos. ¡Inténtalo!

Así, alternarás entre sesiones de entrenamiento de alta y baja intensidad, generando una alta demanda metabólica en el cuerpo y quemando muchas más calorías en corto intervalo de tiempo. Recuerda que salir de tu zona de confort provocará cambios en tu cuerpo mental y físicamente.

Es posible que tengas un problema mayor de salud

En algunos casos, la razón por la que no pierdes peso aunque estés comiendo sano, es una tiroides poco activa, sensibilidad a la insulina o un medicamento que estás usando. En este caso debes hablar con tu médico, si no observas resultados después de un largo período de alimentación saludable y ejercicio. Pero ten en cuenta que el progreso lleva tiempo y los resultados no son nunca inmediatos.

Un chequeo médico anual puede ayudarte a descartar o actuar a tiempo contra algunos padecimientos, buscando la medicación apropiada. Y aunque prevenir es mejor que curar, estar pendiente de la evolución de nuestra salud teniendo visitas médicas regulares, te permitirá estar más atenta a las «anormalidades que surjan».

Otros factores a tomar en cuenta

Es importante tener presente que, como seres humanos, somos seres complejos y conformados por diferentes áreas interconectadas entre sí. Existen un total de 12 niveles o áreas de nuestro Bienestar. Seis de estos son factores externos que pueden afectar de forma directa o indirecta, los otros seis niveles internos que componen estas 12 áreas, y que están detallados en la siguiente ilustración.

Factores Externos del Bienestar

La Alimentación, el Agua que consumimos, el Sol, el Descanso, el Aire y el Cuerpo, son las áreas externas del bienestar. Si alguno de estas áreas se ve alterada, puede afectar a otra de ellas. Por ejemplo, si no tenemos la suficiente luz solar diaria, esto puede afectar nuestro descanso (al alterar los Ritmos Circadianos) y esto a su vez afectará nuestro cuerpo. De igual manera si nuestro cuerpo está siendo afectado por alguna enfermedad, esto afectará directamente otras áreas como la alimentación, el agua que ingerimos o el descanso, ya que todos están conectados.

Niveles Internos del Bienestar

Ahora piensa en los Niveles Internos del Bienestar: tus Relaciones, tu Carrera, tu Propósito, tu Mentalidad, tus Finanzas y tu Espiritualidad. Estas son áreas muy importantes de tu vida que pueden verse afectadas por los factores externos arriba mencionados.

Por ejemplo, si no descansas lo suficiente, esto puede afectar directamente tus relaciones con los demás, tu trabajo y tu mentalidad. E indirectamente podrían verse afectados también tu propósito, espiritualidad y finanzas.

De manera que, si notas que no pierdes peso aunque estés comiendo sano, podría deberse a que una de estas 12 áreas – o más de una quizás- está afectando indirectamente tu objetivo final impidiéndote lograr el peso deseado. Un análisis integral de tu Bienestar es lo más recomendable en este caso.

Conociendo la raíz del problema podrás establecer estrategias que te permitan regular esas áreas del Bienestar que se encuentran desequilibradas, y así lograr tu meta. Lo más importante es que mediante este enfoque integral del bienestar podrás mantener tu peso y tu buena salud a lo largo del tiempo.

Si te interesa descubrir cuál es la verdadera razón por la que no logras perder peso a pesar de estar comiendo sano, te invito a solicitar una Sesión Gratuita de Coaching. O si lo deseas, puedes subscribirte GRATIS a mi Boletín Semanal, con el cual recibirás valiosa información que te ayudará a mejorar todas las áreas de tu vida y de tu bienestar.


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